CAPITULO 2. SUPERACION DE LA EXPLICACION MITICA

El carácter de los mitos más primitivos justificaría ampliamente la idea de que cuando el hombre se encuentra en la etapa intelectual de hacer mitos y su atracción temprana y sincera es atraída por cualquier costumbre o fenómeno que no tendría para éste una razón obvia y lógica, inventa y cuenta o expone posteriormente una historia para tratar de explicarlo.

Y es que, por ello, serían, en su mayor conjunto, parte de explicaciones de dificultades intelectuales; esto es, preguntas fundamentales, por ejemplo, relacionadas con el origen del hombre que formarían parte de la naturaleza del mito, de la ciencia, de su causa y efecto.

Las preguntas que hizo el hombre primitivo y de él sus sucesores, fueron realmente formuladas para explicar aquello que se había descubierto, pues propiamente no podrían explicarse  de otra manera.

Por este motivo, se podría entender a la mitología como la forma de explicar el universo en que vivieron nuestros antepasados.

Una de las diferencias principales entre la perspectiva del salvaje primitivo y la de un hombre civilizado es la gran extensión en la mente del primero de la teoría de la personificación, un punto que ha sido denominado con el nombre de “animismo”. Todo posee un “alma”, una fuerza de voluntad, a juicio mitológico. Pero el árbol, el Sol, el cielo… que están en los pueblos atrasados o primitivos, no sólo son personas, sino se tratarían de elementos a partir de los cuales el hombre de ayer trata de encontrar una explicación “racional” (explicación que se adecuaba a los conocimientos existentes en la época).

Este carácter primitivo, fundamental, vendría ejemplificado en la forma cómo se expresaban esos mitos, y aquellos sujetos, elementos, circunstancias, y características principales que, primero, intervenían en él, y luego lo conformaban, respectivamente.

MITOS Y DIOSES

Cada fenómeno natural era explicado por medio de mitos donde se responsabilizaba a los dioses, para llegar a dicha explicación. Tantos mitos y tantos dioses, daban cada uno explicaciones diferentes a fenómenos similares, la situación se agravo en el momento en que por medio del intercambio comercial se estableció un enriquecimiento cultural. Llegan nuevas y aún mas diversas explicaciones que terminan  por crear confusión. Nace entonces la necesidad de unificar las explicaciones. a partir de ese momento la unidad se conviete en obsesión de la cultura occidental.Tal unidad consistía en dar razones universales, es decir, válidas para todo fenómeno posible.

Por contraposición a un conocimiento cosmogónico (explicación del cosmos en términos míticos, mágicos, de orientación religiosa) se establece una comprensión y explicación del cosmos en términos  universales de pensamiento y razón (Logos).  Es así como la cosmología viene a constituirse en la primera forma de filosofía.

 

EL MITO Y LA LEYENDA

 

El MITO es una narración que, desde un lenguaje simbólico, recupera los orígenes, el mundo en su inicial creación divina. Así, el mito alude generalmente al nacimiento del universo o al tema de cómo fueron creados los seres humanos y animales, o cómo se originaron las creencias, los ritos y las formas de vida de un pueblo. Para las culturas arcaicas donde el mito emerge éste siempre es vivido como verdadero. El mito es vera narratio, narración verdadera de lo real.

 

    Por otro lado, la LEYENDA es una narración tradicional o una colección de narraciones relacionadas entre sí que parte de situaciones históricamente verídicas, pero que luego puede incorporar elementos ficcionales. En el mito todo es estimado como verdadero. En la leyenda se combinan verdad y ficción. La palabra procede del latín medieval legenda y significa ‘lo que ha de ser leído’. Denominación que procede del hecho de que algunos oficios religiosos de la primitiva Iglesia cristiana se leían en voz alta legendas o vidas de santos. Una famosa colección en la edad media fue La leyenda dorada (Legendi di sancti vulgari storiado), escrita en latín en 1264 por el dominico genovés Santiago de la Vorágine, tratado hagiográfico donde los hechos de la vida de los santos se acerca en muchas oportunidades a lo fantástico.

 

    Otra diferencia entre mito y leyenda es que la leyenda se relaciona con un lugar y una época determinadas. El mito alude a los orígenes, que suelen estar fuera del tiempo. Por otra parte, el mito se ocupa principalmente de los dioses, mientras que la leyenda retrata en general a un héroe humano, como ocurre en el caso de la Ilíada y la Odisea o la Eneida. Son legendarias también las historias que florecieron en numerosas novelas de caballería durante la edad media y que fueron fuente de inspiración para escritores posteriores: este es el caso de la leyenda del rey Arturo, con Carlomagno y con el alquimista alemán Fausto.

 

     A pesar de estas diferencia entre mito y leyenda, en ambos tipos de narraciones hay un fulgor común: el de la imaginación y la veneración por los orígenes, y por lo mágico y extraordinario de la existencia.

PREGUNTAS SUSCTITADORAS

¿Sigue prevaleciendo la explicación mítica en el imaginaro colectivo?

¿Por qué se explica un fenómeno mediente el mito?

¿Cómo se construye un mito?

¿Es el mito un elemento inherente a la sociedad humana?

 

CONSTRUYE TUS PROPIAS PREGUNTAS SUSCITADORAS